ROSARIO.- Fue por lana y terminó esquilmado. En lugar de una victoria a priori accesible, San Martín cosechó una derrota por 2-1 ante el modesto Tiro Federal. No hubo fiebre de sábado a la noche en el calor rosarino para el "santo" y se fue de la "Chicago Argentina" con gesto adusto y preocupado por su futuro.
En realidad, todo había arrancado a pedir de Ramacciotti, con un San Martín superior y en ventaja. Balvorín aprovechó que los centrales se quedaron estaqueados para cabecear al gol un preciso centro de Molina. 1-0 a los 22 minutos y el camino abierto para una victoria y quizás una goleada.
Pero San Martín cayó en una laguna inexplicable, y en lugar de aumentar la ventaja se durmió en el medio y fue ingenuo atrás. En dos minutos, de los 34 a los 36, cambió la historia. Con un tiro libre de Ávila que Moreira clavó de cabeza y con un penal de Vera sobre Morán, que el propio Ávila cambió por gol. Hubo un penal sobre Balvorín no cobrado y poco más en un primer tiempo que terminó con todo San Martín protestándole al árbitro Bruno.
Tanta energía del "santo" no se vio reflejada en el complemento. Ibáñez se fue pronto, agotado, pero ni el ingreso de Gonzalo Rodríguez ni el de "Nico" Roldán rindieron dividendos. Tiro se apertrechó atrás y apostó a la contra. Con poco, el equipo de Monzón sacó tajada. Y convirtió en figura a Ávila, un volante por izquierda de libro, que con sus cabellos plateados y sus botines naranjas fue el único que hizo diferencia en Barrio Ludueña.
Y la resignación terminó ganando al centenar de hinchas "santos". Su equipo apenas si atinó a probar de media distancia y con centros descolgados por el veterano "Chiquito" Bossio. Más allá del escándalo del final -el juez dio un minuto de descuento en lugar de los cuatro marcados por el cuarto árbitro-, a San Martín no se le cayó una idea. Demasiado poco para aspirar al ascenso.